Disfruten del amanecer en la terraza. es un espectáculo impresionante que no querrán perderse. La tranquilidad del lugar es inolvidable.

Las vistas a la playa de Langre son preciosas.

La falta de restaurantes en el pueblo es frustrante, ya que tienes que trasladarte al pueblo vecino para comer y eso implica perder tiempo valioso. Además, no poder manejar la luz de la terraza fue un inconveniente, ya que se encendía y apagaba automáticamente, lo que resulta molesto si deseas un ambiente oscuro al dormir. Ojalá el establecimiento haya considerado más opciones para mejorar la experiencia del cliente en estos aspectos.

Puedo recomendar este hotel a todos for una visita de paso,

acogedora habitación, encantador desayuno, el acceso simple al transporte, la habitación que ocupamos tenía una gran terraza para disfrutar de las impresionantes vistas al mar y el desayuno buffet era muy variado, con productos naturales y caseros.

Mi estancia ha sido perfecta.

Las vistas desde nuestra habitación eran espectaculares y el desayuno, lleno de opciones caseras, fue un placer cada mañana. La atención del personal te hace sentir como en casa.

Me ha sorprendido para bien

La ubicación en lo alto de la colina ofrece vistas impresionantes del mar y de Santander. Las habitaciones son acogedoras y cuentan con terrazas amplias. La limpieza es impecable y el desayuno es excepcional, lleno de productos frescos y caseros. Un lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza.

Pasé 2 noches en el hotel y quedé impresionado por la hermosa habitación con terraza y vistas al mar. El amanecer desde allí era espectacular. La decoración era moderna y cómoda, perfecta para desconectar. El desayuno fue otra maravilla. cada mañana un festín de opciones caseras como tortitas y bizcochos. El personal era muy amable y siempre atento, lo que hizo que me sintiera como en casa. La única decepción fue que la habitación solicitada con vistas a la bahía no estaba disponible, pero las vistas a la playa de Langre todavía eran preciosas. Me hubiera gustado tener un dispensador de gel y champú en la ducha, ya que eso faltaba.

me gustaría volver

Pasamos 3 noches en una habitación doble con terraza. La habitación tenía un baño privado, calefacción, TV en pantalla plana, y un minibar. Las vistas al mar desde la terraza eran espectaculares y la decoración era muy cuidada. El desayuno era abundante, ofrecía productos caseros como tortitas y bizcochos. Fue un sitio ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza.

El alojamiento destaca por su limpieza impecable y la amplitud de la habitación, que cuenta con una terraza donde se pueden disfrutar vistas espectaculares al mar. La variedad y calidad del desayuno, con productos regionales caseros, fue un gran punto a favor. Sin embargo, la falta de opciones para comer fuera del desayuno es notable, ya que hay que desplazarse a pueblos cercanos. Además, la luz automática de la terraza puede resultar incómoda al dormir. preferiría tener la opción de manejarla manualmente.

las vistas al mar y a santander son simplemente geniales. la falta de opciones para comer es complicada.

Wi-Fi gratuito rápido y TV de pantalla plana, pero cuna no disponible.

La habitación con terraza y vista al mar es impresionante. Disfruté del amanecer desde allí. La decoración es moderna y cómoda. El personal fue muy amable y siempre atento. Perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza. 🌊

el ribero de langre ofrece un ambiente sereno y vistas espectaculares al mar que realmente te hacen sentir en paz. el desayuno es delicioso, especialmente las tortitas y el zumo natural. 😊🌅

falta de opciones de comida a cualquier hora.

Las vistas desde la habitación con terraza son impresionantes, especialmente al amanecer. La decoración es moderna y cómoda, y la conexión Wi-Fi es rápida, perfecta para desconectar y disfrutar de la tranquilidad del lugar.

La falta de opciones de comida fuera del desayuno es bastante notable, ya que no hay restaurantes cercanos y es necesario trasladarse al pueblo vecino, lo cual puede ser un inconveniente para algunos. Además, me resultó incómodo que la luz de la terraza se encendiera y apagara automáticamente, ya que prefiero un ambiente más oscuro al dormir. Aunque entiendo que la ocupación del hotel puede afectar la elección de habitaciones, solicité una con vistas a la bahía y al final no pudo ser.